Ella, de nuevo.

Ella le adora y cada día le jura amor eterno.

Él es como ella. Igual a ella.

Cada mañana, ella le busca y le gusta mirarle. 
Se levanta con el pelo alborotado, como ella. 
Tiene ojeras casi todos los días, como ella. 
Y como a ella, le mejora la cara después de la ducha.

Todo en él, le recuerda a ella.

Y aunque ninguna mañana se lo devuelve, ella le da un beso antes de irse. Y eso que siempre esta frio pero, a ella, le da igual. 

Sigue enamorada de su espejo.

Texto extraido de VERS.O.S. Susurros a pleno pulmón.