martes, 15 de marzo de 2011

Amigos.

- Tú y yo somos amigos, ¿verdad?

- Sí, Miguel.

- Entonces puedo decirte casi cualquier cosa sin que te enfades.

- Claro que puedes. Para esto están los amigos, para ser sinceros.

- Gracias. Pero quiero que me garantices que no te vas a enfadar.

- Joder, Miguel. Te estás poniendo pesado. ¡Suéltalo ya!

- Quería decirte: QUE ME LLAMO CARLOS.

1 comentario:

  1. Sí que debe de ser una gran virtud esto de la paciencia.
    Muy divertido.
    Un abrazo.

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