martes, 9 de noviembre de 2010

Ella.5.

Cuando la vi, la primera vez, lo tuve claro. Ella sería mía.

Pacientemente, me senté frente a ella y me puse a mirarla.

Al final me decidí. Me levanté del banco. Cruce la puerta.

Con un pie aún sin entrar no lo pude resistir y grité.

   -  Quiero a la maniquí del escaparate.

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